Nosotros

La tradición y la pasión al servicio del mejor producto.

La historia de Dehesa Almariego empieza con el ibérico y la dehesa

Una historia de pasión por un medio incomparable: la dehesa salmantina y de devoción por el arte de la producción del cerdo ibérico.

Un bosque hermoso y hospitalario que nutre con sus bellotas y pastos a las piaras de cerdos ibéricos que rondan libremente por su entorno. Animales que se mueven continuamente entre árboles monumentales y hierba verde, desarrollando su musculatura y favoreciendo el apreciado veteado de sus carnes.

Más de cinco décadas

Llevamos más de cinco décadas dedicándonos al campo.

A esta dedicación por el cerdo ibérico hemos unido la firme apuesta por una raza autóctona de la península ibérica en peligro de extinción, mostrando un sólido compromiso con el medio natural en el que se ubica.

Contamos con la experiencia de nuestros vaqueros, que día a día vuelcan su buen hacer y profesionalidad en los animales que cuidan con esmero. Lo que nos permite mantener un exhaustivo control en la mejora y calidad de los productos de carne sayaguesa que ofrecemos.

¿Por qué la raza Sayaguesa?

Cuando decidimos adquirir nuestras primeras vacas de raza Sayaguesa nos movía la ilusión de poder ofrecer algo nuevo y exclusivo. Después, nos enamoramos de una raza entrañable y agradecida. Ahora no podemos dejar de trabajar para consolidar nuestro compromiso para brindar los mejores productos de carne de raza Sayaguesa.

Las vacas sayaguesas se amoldan a la dehesa que con tanto esmero cuidamos, aprovechando todos los recursos naturales que produce este bosque singular que ha sido sustento para nuestros animales y para nuestra familia desde hace ya muchos años.

En Dehesa Almariego cada generación aprende cada día más escuchando atentamente a las anteriores.

Una Tradición Milenaria.

La dehesa inmemorial.

Un espacio mágico en el corazón de la dehesa Salmantina. Un ecosistema único y una forma de explotación ganadera presente ya en las crónicas de los historiadores romanos. Cuyo protagonista es nuestro encinar centenario bañado por el río Águeda. Donde también apostamos por la vaca de Raza Sayaguesa en peligro de extinción, una de las raza más antiguas de Europa y autóctona de la Península Ibérica.